13 de junio de 2023
La hipnosis a dado para muchos mitos, creencias que es necesario desterrar si queremos convertirla a una herramienta realmente terapéutica.
A todo el mundo le suena la palabra “hipnosis”, pero realmente poca gente sabe verdaderamente de lo que hablamos cuando nos referimos a ella.
En la cultura popular podemos encontrar una gran cantidad de espectáculos, novelas, películas, programas de televisión, y referencias varias, que emplean la hipnosis como una supuesta fuerza mágica.
Ya en 1920, aun con el cine mudo, podemos ver en “El Gabinete del Dr. Caligari” como un hipnotista utiliza este fenómeno para subyugar la voluntad de un hombre y convertirlo en un zombi criminal.
Fotograma de la película «El Gabinete del Dr. Caligari»
Obviamente, esta es una película de terror, y nada tiene que ver con la realidad. Pero estos mitos sobre la hipnosis llegan hasta nuestros días. En películas mucho más modernas, como “Old Boy” (2003), también podemos ver a la hipnosis presentada como un extraño poder que juega con la mente de la gente hasta límites insospechados.
El mito de que la hipnosis es un “secuestro mental” que una persona le impone a otra, no es cierto. Tampoco anula la voluntad. Es decir, una persona hipnotizada no va a comenzar a obedecer lo que malignamente le pida otra persona. Es importante enfatizar esto, ya que la hipnosis de espectáculo, tiene mucho más de espectáculo que de hipnosis.
Tampoco es un lugar en el que te vayas a quedar atrapado. Uno entra en el estado hipnótico y sale de él sin mayor dificultad, como también lo podemos hacer con el sueño. Simplemente, nunca nadie se ha quedado atrapado en la hipnosis. Reitero, nadie se ha quedado “así para siempre” en los últimos 4000 años.
Interior del Templo de Dendera, uno de los lugares destacados en el Antiguo Egipto dedicado a las artes curativas.
El ser humano lleva en contacto con el trance hipnótico desde la antigua Grecia y el antiguo Egipto. Por aquel entonces existían los llamados “Templos del Sueño”, donde la gente acudía para que los sacerdotes les ayudaran con sus problemas y dolencias a través de un trance inducido mediante rituales, cánticos, oraciones, etc.
Y es que hay muchas maneras de conceptualizar la hipnosis. Algunos dirían que es un estado análogo al estado de sueño REM; otros dirían que tenemos un trabajo dividido en nuestro cerebro y que la hipnosis corresponde a una mayor activación en vigilia del hemisferio derecho; otros hablarían de un juego de roles en base a reglas sociales y cognitivas; y todos, en parte, tienen razón.
La hipnosis es un estado natural del ser humano que se induce mediante patrones comunicativos, tanto verbales como no verbales. Esta comunicación está basada, no en la razón, sino en símbolos, metáforas e historias; activa mayoritariamente el hemisferio derecho (el creativo), por encima del izquierdo (el racional), permitiendo que uno tenga una experiencia sensorial distinta (similar al estado REM), donde al no tener el control del hemisferio izquierdo, se pueden trabajar los problemas psicológicos de una manera distinta y más profunda.
Porque eso es ante todo la hipnosis, una herramienta terapéutica para el cambio y el bienestar personal. A esto, se le conoce como hipnosis clínica.